Uno de los mejores jugadores de billar de Antioquia es itagüiseño

Un itagüiseño que de adolescente era un apasionado y diestro del ajedrez y que para jugar billar tenía dos manos izquierdas, es ahora uno de los mejores billaristas de 3 bandas de Antioquia y uno de los dos únicos jugadores élites del municipio.

Se trata de Arley Castrillón, un hombre de 37 años de edad, habitante del barrio Artex, quien lleva casi la mitad de su vida viviendo de este deporte y que encontró en un taco, tres bolas y una mesa su verdadera pasión.

Todo comenzó en el emblemático billar San Antonio que esta ubicado cerca al parque principal del municipio, allí teniendo aproximadamente 16 años pasó de jugar ajedrez a billar tras una invitación de un señor que también frecuentaba el negocio.

En un principio todos le ganaban en Itagüí y él con rabia e impotencia decidió dejar de jugar en el municipio e ir a aprender a Medellín para regresar a ganarle a quienes en algún momento lo vieron como un jugador débil.

“Cuando tenía 18 años cansado de que todos me ganaran me fui jugar a otro lado, les dije a todos que me iba ir a aprender y que iba a regresar a ganarles y así fue, dos años después volví y a todos los jugadores de segunda categoría del municipio en menos de dos semanas les gané”, contó.

Arley se pulió en Medellín donde jugando con billaristas experimentados y replicando sus movimientos terminó convirtiéndose en jugador de primera categoría.

Desde entonces ha competido en torneos departamentales, nacionales, panamericanos y copas mundo.

Ha estado en México, Corea, Vietnam y Turquía fogueándose con los mejores en este deporte.

Toda su vida gira en torno al billar, no solo es deportista, también es dueño de uno de los salones de juego más prestigiosos del municipio, “Billares Chilango”, en otrora “Billares Barcelona”, allí entrena 2 horas diarias para prepararse para las diferentes competencias que hay en el año.

A pesar del estigma que los billares cargan por el ambiente en el que se mueven, licor y trasnocho, asegura que este deporte es posiblemente el más popular e incluyente, porque en una mesa de billar no importa si se es rico o pobre, lo único que importa es saber tacar la bola.