El Pasado 5 de septiembre se cumplieron 22 años del asesinato de Angelina Herrera, rectora de la Institución Educativa Marceliana Saldarriaga que fue abaleada en la puerta del colegio.
Era el mediodía del miércoles 5 de septiembre del año 2001, hora del cambio de jornada en la institución, cuando un hombre sin mediar palabra le disparó en repetidas ocasiones a Angelina.
De acuerdo a lo narrado por el periódico El Colombiano, la educadora, que llevaba 15 años como rectora de este colegio, no había recibido amenazas.
Sin embargo, una de las hipótesis más fuertes que quedó en la memoria de quienes hacían parte de esta comunidad educativa, fue que uno de sus estudiantes la mandó a matar.
“Lo que siempre se dijo en la calle al respecto fue que ese asesinato fue una venganza, porque ella días antes había expulsado un estudiante que hacía parte de un combo”, contó Jhon Restrepo*, egresado de la I.E Marceliana Saldarriaga.
La rectora Angelina Herrera fue una de las víctimas mortales de la cruda época de violencia que vivió Itagüí entre 1990 y el 2011, durante ese periodo de tiempo 7.788 personas fueron asesinadas en el municipio, lo equivalente a llenar el estadio Ditaires.
Víctimas también fueron los estudiantes, profesores y padres de familia de esta institución, quienes vivieron el dolor de perder a un ser querido y, además, tuvieron días de temor e incertidumbre.
“Yo recuerdo que después de que mataron a Angelina el colegio vivió un momento de mucha tristeza y temor, nos empezamos a sentir intranquilos, uno pensaba que si salía del colegio podía volver a pasar que dieran bala y mataran a alguien más, la verdad fue algo que me marcó y creo que a todos los que estudiamos en este tiempo allá también”, expresó Sandra Quiroz*, egresada.
Esta educadora, quien era licenciada en Ciencias Sociales, es recordada como una maestra de maestras, itagüiseños que hicieron parte de esa comunidad educativa indican que gracias a ella, en ese entonces, la Marceliana era una de las mejores instituciones públicas del departamento.
“Era un gran ser humano, un ejemplo a seguir, logró grandes cosas en la institución en temas de infraestructura, como la construcción de nuevas aulas, durante su liderazgo la calidad educativa era muy buena”, recuerda Martha Cano, una habitante del barrio Santa María, que tuvo a sus tres hijos estudiando en ese colegio.
*Los nombres de las fuentes fueron cambiados para proteger su identidad.