A las 2:50 p. m. de un 8 de agosto de 1995 en el barrio Santa María del municipio de Itagüí todo fue un caos, una avioneta tipo Cessna matrícula HK 1444 se estrelló contra una casa dejando como saldo siete muertos; 5 pasajeros, 1 tripulante y 1 transeúnte.
De acuerdo al reporte de la Aeronáutica Civil, la aeronave se encontraba realizando vuelos de entrenamiento y después de haber llevado a cabo dos aterrizajes consecutivos normales, cuando se encontraba volando por tercera vez en ese día, se declaró en emergencia, perdió comunicación con la torre de control y ocurrió el accidente.
La avioneta se estrelló inicialmente contra una vivienda, luego contra un poste de luz y finalmente contra un camión repartidor de gaseosas de la empresa Postobón.
Producto del impacto, indica el reporte, se produjo un incendio debido a la ruptura de los tanques de combustible, el cual consumió la aeronave y causó la muerte de los ocupantes al provocarles quemaduras de segundo y tercer grado.
Uno de los pasajeros de la avioneta logró ser rescatado con signos vitales, pero murió horas después en un hospital.
El piloto era un hombre de 36 años de edad llamado Mario Fernando Ospina Franco, quien según la aeronáutica cometió una falta disciplinaria al permitir tripulantes a bordo en ese tipo de vuelo.