Las papitas fritas es una de las comidas callejeras favoritas de las personas y en Itagüí hay un lugar que lleva 30 años alimentando a los itagüiseños a punta de papas, bombones de pollo y las populares tortas de Pacho.
Se trata de El Príncipe, un negocio ubicado una cuadra arriba de la Clínica Antioquia, en el que día a día centenares de habitantes del municipio y de otras ciudades hacen largas filas para pedir un combo.
“¿Para llevar o para comer?, ¿qué salsas?, con el turno x lo atendemos”, esas son las frases que se escuchan todos los días desde las 11:30 a. m. y durante todo el día en el negocio, en el que así haya mucha gente, no se tardan más de 10, máximo 15 minutos en darte las papas.
El Príncipe comenzó en los años 90 en una esquina, luego de que Francisco Velásquez, conocido como “Pacho” o “Príncipe”, se quedara sin empleo como mensajero y se quebrara en varias oportunidades con emprendimientos de distribuidoras de huevos, quesos, harinas y pollos.
“Al principio, en la esquinita éramos 4 o 5 personas. Yo empecé sirviendo los combos, después pasé a ser el que empacaba, luego estuve durante varios años en la caja y así fuimos creciendo”, cuenta Pacho.

En ese lugar permanecieron durante más de 20 años, allí se hicieron reconocidos por su sabor, agilidad y porque desde 500 pesos las personas podían llevarse algo de comer, pero luego “Los Combos de Pacho” se trasladaron un negoció más allá de la esquina donde están más amplios y ahora trabajan más de 10 personas dentro del local.
¿Cuál es el éxito de los combos?, Francisco dice que es que todo es hecho con amor, las condiciones laborales de sus colabores son justas y además le sirven a la comunidad.
Un negocio más allá de vender bombones de pollo
Actualmente en El Príncipe trabajan alrededor de 93 personas, porque además de vender papas, también son una distribuidora de bombones de pollo.
“La gente no sabe, pero nosotros distribuimos bombones de pollo a muchos negocios, entre ellos a las famosas Mandingas”.
El Príncipe, es más que un negocio de comida, es también un lugar en que las personas que desean montar sus propios establecimientos, reciben asesorías gratuitas de cómo emprender y hacer su negocio rentable, porque Pacho dice que si a él le va a bien a todo el mundo le puede ir bien.
Además, cuida a sus trabajadores como si fueran unos hijos, indica que un colaborador feliz es un dueño más y por ello cree firmemente en que cualquier empresa debe ofrecerle condiciones justas a quienes laboran en ella.
En el Príncipe, todos ganan más del mínimo y además reciben bonos por el Día del Padre, el Día de la Madre, el cumpleaños, quienes tienen hijos reciben un bono anual por ellos y todo el que cumpla 10 años en la empresa tiene derecho a 12 millones de pesos para que empiece a forjar el sueño de comprarse una casa.
30 años en el corazón y el estómago de los itagüiseños
Durante estos 30 años, incontable número de personas han comido en Los Combos de Pacho. Generaciones de familias enteras han tenido como dicen popularmente “la barriga llena y el corazón contento” de cuenta de este negocio.
“Mis papás han comido ahí, mis hermanos, yo y ahora mi hija”, cuenta Ana Hernández, una cliente fiel de El Príncipe, que, aunque ahora vive en el extranjero, siempre que tiene la oportunidad de venir a Colombia, come combo.
El lugar ha sido testigo hasta de primeras citas, “la primera vez que salí a comer con el que ahora es mi esposo, fue a El Príncipe”, comenta Andrea Gómez.
No es difícil reconocer el lugar, la cuadra en la que está ubicado siempre está llena de niños, jóvenes y adultos que llegan diariamente a disfrutar de uno de los mayores placeres de la vida, comer.

Además, este negocio se ha convertido en un punto de referencia y de encuentro en el municipio que seguramente, aunque pasen los años, siempre estará en el imaginario de las personas.