En las últimas semanas, el agua potable en Itagüí y todo el sur del Valle de Aburrá está llegando con un color amarillento a cerca de 480.000 hogares, esto ha generado duda y preocupación en los habitantes de estas localidades.
Empresas Públicas de Medellín anunció que este fenómeno se debe a la gran cantidad de manganeso en el embalse La Fe, que es el que abastece del líquido vital a la planta La Ayurá. Así mismo señaló que el cambio de color no representa ningún riesgo para el consumo humano.
“Con las altas temperaturas actuales, en el cuerpo de agua del embalse hay varios pisos térmicos, el agua de la parte superior es caliente y la del fondo fría, lo que genera una concentración de manganeso. Por eso el agua que sale hacia la planta de La Ayurá tiene una carga mayor de este metal”, explicó Santiago Ochoa Posada, vicepresidente de Agua y Saneamiento de EPM para El Colombiano.
¿Cuál es la solución?
A partir de hoy, EPM, empezó un tratamiento con dióxido de Cloro en la potabilización del agua de la planta La Ayurá, un proceso utilizado en países de Europa y Estados Unidos para tratar el líquido vital.
“Además de ser un gas respetuoso con el ambiente, su aplicación permitirá capturar el manganeso en la planta de potabilización y evitará que viaje por las redes de distribución hasta los hogares o negocios”, explicó la empresa antioqueña.
